Cuidado de la piel durante el ciclo menstrual: adapta tu rutina a cada fase hormonal
La piel no permanece igual durante todo el mes. Influenciada por los cambios hormonales del ciclo menstrual, puede pasar de estar luminosa y equilibrada a mostrar signos de grasa, acné, sensibilidad o sequedad en pocos días. Comprender cómo afecta el ciclo menstrual a la piel y qué cuidados específicos aplicar en cada fase es clave para mantenerla saludable y radiante todo el mes.
En esta guía, te explicamos cómo se comporta la piel en cada etapa del ciclo y qué ingredientes y productos son más eficaces para cuidarla según las necesidades de cada momento. Ideal para quienes buscan personalizar su rutina de cuidado facial con conocimiento y estrategia.
¿Cómo afecta el ciclo menstrual a la piel?
El ciclo menstrual, que suele durar entre 25 y 35 días, está regulado por hormonas como el estrógeno, la progesterona y la testosterona. Estas hormonas no solo influyen en la fertilidad, el estado de ánimo o la energía, sino que también afectan directamente al comportamiento de la piel.
Cambios en la producción de sebo, la sensibilidad cutánea, la hidratación natural o la regeneración celular están directamente relacionados con las variaciones hormonales. Esto explica por qué en ciertos momentos del ciclo podemos notar brotes de acné, mayor sensibilidad o, por el contrario, una piel más luminosa y equilibrada.
Conocer estas variaciones permite adaptar la rutina de cuidado facial, anticiparse a posibles desequilibrios y potenciar los activos más adecuados en cada etapa.
Fases del ciclo menstrual y sus efectos en la piel
1. Fase menstrual (Días 1-5)
Durante los primeros días del ciclo, cuando se produce el sangrado menstrual, los niveles hormonales (especialmente estrógeno y progesterona) caen drásticamente. Esta caída provoca una reducción en la producción natural de aceites en la piel, lo que puede traducirse en una sensación de tirantez y mayor sensibilidad. Es habitual notar la piel más pálida, apagada y con aspecto fatigado.
Además, el sistema inmunológico también puede estar ligeramente comprometido durante esta etapa, lo que puede traducirse en una piel más reactiva. En pieles con tendencia a la rosácea o dermatitis, pueden incrementarse las rojeces o irritaciones.
Objetivo del cuidado: Calmar, hidratar en profundidad y proteger la función barrera.
2. Fase folicular (Días 6-13)
A medida que termina la menstruación, el cuerpo comienza a prepararse para la ovulación. Durante esta fase, los niveles de estrógeno aumentan progresivamente. Esta hormona tiene un efecto positivo en la piel: estimula la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, lo que mejora la firmeza, hidratación y luminosidad.
La piel suele lucir más sana, uniforme y receptiva a tratamientos intensivos. Es el momento perfecto para aplicar activos que estimulen la renovación celular o que tengan efecto antioxidante. La tolerancia a ingredientes como los retinoides suaves o los ácidos exfoliantes también es mayor.
Objetivo del cuidado: Potenciar la regeneración y la luminosidad. Es un buen momento para introducir rutinas de prevención del envejecimiento o mejora de textura.
3. Ovulación (Días 14-16)
En torno al día 14 se produce la ovulación. Los niveles de estrógeno alcanzan su pico, al igual que la testosterona, lo que puede desencadenar un aumento en la producción de sebo. Esto puede provocar que la piel se vuelva más grasa, especialmente en la zona T, y que empiecen a aparecer poros dilatados o pequeñas imperfecciones, incluso si normalmente la piel es equilibrada.
El aumento del flujo sanguíneo también puede dar a la piel un aspecto más jugoso y radiante, aunque a la vez más propensa a desequilibrios. Es crucial reforzar el equilibrio cutáneo para prevenir la aparición de brotes.
Objetivo del cuidado: Regular la producción de sebo, limpiar profundamente y reforzar la protección frente a bacterias y agentes externos.
4. Fase lútea (Días 17-28)
Después de la ovulación, el cuerpo comienza a producir más progesterona para preparar el posible embarazo. Esta hormona estimula aún más las glándulas sebáceas, lo que suele provocar un incremento del sebo, poros más obstruidos y brotes hormonales, especialmente en la zona del mentón y mandíbula.
La piel puede sentirse más gruesa, congestionada y menos receptiva a tratamientos intensivos. A menudo aparecen granitos internos o dolorosos, signos típicos del acné hormonal. También puede haber más inflamación generalizada o sensibilidad emocional que se refleja en la piel.
Objetivo del cuidado: Purificar sin agredir, reducir la inflamación y reforzar la hidratación ligera. Es clave evitar ingredientes comedogénicos.
Activos y productos recomendados en cada fase del ciclo
Fase menstrual: Calmar e hidratar
Activos clave: Ácido hialurónico, pantenol, ceramidas, centella asiática, niacinamida (en baja concentración)
Recomendaciones de producto:
- Sérum calmante con centella asiática o alantoína
- Crema hidratante rica en lípidos y ceramidas
- Bruma facial hidratante para aliviar la tirantez
- Mascarilla reparadora con textura crema o gel
Rutina ideal:
- Limpiador suave sin sulfatos
- Sérum hidratante con ácido hialurónico
- Crema barrera con ceramidas
- Protector solar sin alcohol ni perfumes
Fase folicular: Renovar y potenciar
Activos clave: Vitamina C, ácido glicólico, ácido láctico, niacinamida (media concentración), retinoides suaves
Recomendaciones de producto:
- Exfoliante químico con AHA una o dos veces por semana
- Sérum antioxidante con vitamina C pura o derivados
- Mascarilla iluminadora con arcilla blanca o enzimas
- Retinoides de baja potencia (por la noche)
Rutina ideal:
- Limpiador espumoso suave
- Tónico exfoliante con AHA (2-3 veces/semana)
- Sérum de vitamina C por la mañana / Retinoide por la noche
- Hidratante ligera
- SPF50 todos los días
- Ovulación: Equilibrar y prevenir imperfecciones
Fase ovulatoria: Equilibrar la producción de sebo
Activos clave: Niacinamida (alta concentración), ácido salicílico, zinc, prebióticos, extracto de árbol de té
Recomendaciones de producto:
- Tónico purificante con BHA
- Gel facial oil-free con niacinamida al 10%
- Mascarilla de arcilla verde para zonas grasas
- Parches antiacné con ácido salicílico
Rutina ideal:
- Gel limpiador equilibrante
- Tónico con BHA
- Sérum con niacinamida o zinc
- Crema ligera reguladora
- Protector solar oil-free
Fase lútea: Purificar y controlar el acné hormonal
Activos clave: Ácido salicílico, retinoides, ácido azelaico, azufre, extracto de regaliz, centella asiática
Recomendaciones de producto:
- Tratamiento local para granitos con ácido salicílico o azufre
- Sérum con ácido azelaico o centella para calmar
- Mascarilla detoxificante con carbón activo
- Suplementos específicos (consultar con profesional)
Rutina ideal:
- Limpiador profundo pero suave
- Tónico calmante con centella
- Tratamiento puntual anti-imperfecciones
- Sérum antiinflamatorio o con ácido azelaico
- Hidratante ligera pero reparadora
- Protección solar adecuada
El cuidado de la piel durante el ciclo menstrual no tiene por qué ser complicado, pero sí debe ser estratégico. Escuchar las señales de tu piel, entender su relación con las hormonas y adaptar los productos que utilizas te permitirá prevenir desequilibrios, reducir los brotes y potenciar la luminosidad natural de tu rostro.
No se trata de cambiar todos los productos cada semana, sino de ajustar uno o dos pasos clave que marquen la diferencia. Incluir activos inteligentes en el momento adecuado es la mejor inversión en belleza y bienestar a largo plazo.
En La Tienda de Cosméticos, te ayudamos a personalizar tu rutina con productos adecuados para cada fase de tu ciclo. Porque tu piel cambia… y tu cuidado también debe hacerlo.




